Nueva paradoja de Einstein
Nueva paradoja sobre los gemelos de Einstein
Las transformaciones o evoluciones de los humanos permiten que evolucionemos más que el resto de seres vivientes terrestres no humanos, es así porque tenemos más libre albedrío, que es una forma de luchar contra el tiempo.
Las evoluciones vivientes terrestres dependen de la escala jerárquica evolutiva a la que jerárquicamente pertenece cada especie viviente en la jerarquía viviente. Ya que el orden viviente terrestre es una jerarquía viviente a la que pertenecen todas las vidas terrestres. Por eso. en esa jerarquía una especie viviente cualquiera no podría evolucionar por su cuenta. Puesto que si no evolucionasen como jerarquía viviente, la vida terrestre no podría subsistir. Es de suponer, que todas las vidas del Universo funcionan de la misma manera.
Los seres vivos nos necesitamos unos a los otros, para convivir, para alimentarnos, para evolucionar y para mantener la jerarquía viviente. El que los humanos podamos evolucionar más que el resto de vidas terrestre se lo debemos a que ocupamos la escala jerárquica viviente más elevada.
De que la jerarquía viviente funcione se encarga otra jerarquía, la jerarquía de almas. La hay terrestre y universal, todas las jerarquías vivientes universales están entrelazadas jerárquicamente. Como las almas están hechas jerárquicamente de información, mediante la información, de manera jerárquica, obliga a que las evoluciones vivientes tengan que evolucionar de la forma más evolutivamente justa posible, para que todo el orden viviente evolucione como tiene que evolucionar. Por eso mediante las informaciones, las almas se encargan de que las vidas después de fallecer se encarnen en las vidas que evolutivamente les correspondan encarnarse.
Cualquier individualidad viviente, particularmente puede evolucionar más o menos que el resto de vidas de su especie viviente, pero una vez que una vida haya fallecido, su evolución como alma se tiene que adaptar evolutivamente a la evolución de la jerarquía de almas a la que pertenece, la jerarquía de almas se encarga de que esas adaptaciones se realicen lo más justamente posible.
Todo esto obliga a que unas especies vivientes no evolucionen ni más ni menos de lo que deben evolucionar, acomodándose todas a la escala evolutiva que les pertenezca ocupar en la jerarquía viviente. Ya que es de la única forma de que el orden viviente pueda subsistir.
Normalmente una evolución viviente particular suele acabar en su propia evolución. Pero a veces las actuaciones o descubrimientos importantes que afecten a numerosas vidas permiten evolucionar más a la humanidad. El descubrir algo no significa que el que lo haya descubierto, ya sea individualmente o en grupo, induzca a transformar la evolución para que todos evolucionemos más, es el propio descubrimiento el que puede inducir a que se evolucione más.
Todo en el espacio-tiempo tiene que evolucionar sincronizadamente según le pertenezca evolucionar, solamente las vidas mediante sus libres albedríos luchan contra el tiempo para poder evolucionar más. Todo evoluciona, nada involuciona a no ser que la evolución del desgaste material sea involución.
Las distancias que puedan recorrer las hormigas con respecto a las distancias que podamos recorrer las personas, no son las mismas debido al tamaño. Tampoco sus evoluciones son las mismas. Evolucionar como hormiga, es evolucionar más rápido que evolucionar como ser humano. Pero por poco o por mucho que se evolucione individualmente como hormiga, no podría impedir que cambie la adaptación evolutiva que poseen las hormigas como especie viviente acomodada evolutivamente. Las hormigas al igual que cualquier otra especie viviente están adaptadas a una jerarquía evolutiva que les impide evolucionar más o menos de lo que deben.
El gemelo convertido en hormiga habría envejecido mucho más rápido que el otro gemelo que no se ha convertido en hormiga, porque las adaptaciones evolutivas en los tamaños vivientes pequeños, son más rápidas que las de los tamaños grandes. Esta forma de evolucionar solo se produce en la materia viviente, en las otras materias y existencias no vivientes las evoluciones están estabilizadas a una evolución transformativa de degaste, porque ya esas materias evolucionaron en lo que son cuando se formó el sistema planetario al que pertenecen. Lo que significa que, por ejemplo, las materias no vivientes ya llegaron a su límite evolutivo como materia no viviente y no pueden evolucionar más.Evolucionar es transformarse sincronizadamente
Los seres vivos de tamaños inferiores a los humanos como por ejemplo las hormigas, en sus tamaños se mueven mucho más rápidos en comparación con los movimientos más lentos de los humanos. Los nuevos movimientos o adaptaciones de las hormigas que se produzcan durante años, sus esas nuevas adaptaciones acabarán por adoptarse.
Para las hormigas una vida normal de ellas representa la misma vida normal que la de los humanos, o la de otras especies vivientes que normalmente vivan más o menos tiempo que las hormigas. Los tiempos de las hormigas las han adaptado evolutivamente a vivir como si viviesen el mismo tiempo que vivimos normalmente los humanos.
El movimiento
Los movimientos entre existencias que se atraen entre sí sólo pueden existir en el espacio-tiempo, que es donde se han creado las existencias que se atraen entre sí.
Las existencias que existen en los espacios-tiempos son unas existencias atractivas transformadas así por las estrellas. Cada estrella transformará sus propias existencias repulsivas en existencias atractivas; existencias repulsivas adquiridas de la expansión universal.Esas atracciones entre existencias permiten que se puedan formar las existencias compuestas. Las cuales se transforman constantemente, con gran sincronía dinámica, en nuevas existencias compuestas. Y se transforman así gracias a que están fuertemente sincronizadas dinámicamente por la inducción dinámica sincronizada inducida por la expansión universal, puesto que la expansión universal está en todo lo que existe.
La existencia repulsiva de la expansión universal se mueve de manera instantánea y sin pausa. Eso impide que ni conjuntamente ni individualmente puedan poseer un presente real. Expansión universal que está formada de individualidades dinámicas repulsivas dinámicamente más pequeñas posibles, las cuales surgen de la nada como movimiento, creándose así un lugar propio que no puede ser ocupado por otra existencia..
Diferentes adaptaciones entre diferentes épocas
Aparte de las grandes diferencias, tanto físicas, psíquicas y genéticas que tendría comparándolas con las de los humanos actuales, los hijos que pudiese concebir con un humano de nuestra época, o no se podría concebir o saldrían deformados tanto psíquica como físicamente, porque pertenecerían a un padre o a una madre de diferentes evoluciones. No es lo mismo la evolución viviente humana actual que una evolución humana de otra época, aunque todos los humanos evolucionaron y evolucionan sincronizadamente por el tiempo.
Más bien no podrían tener hijos, ya que sus diferentes adaptaciones y evoluciones se lo impedirían, la jerarquía viviente impediría que tuviesen hijos. Si ese humano en vez de venir de la edad de piedra, viniese de hace un siglo, es posible que sus adaptaciones y evoluciones les permitiesen poder concebir un hijo con un humano actual, teniendo en cuenta que la jerarquía viviente se lo permita. Ese niño que naciera de humanos de diferentes épocas, no nacería muy adaptado a la evolución actual. Todos sabemos que los niños que nacen en épocas superiores nacen con otras aptitudes más evolutivas que los niños de épocas pasadas.
Esa sincronía dinámica impuesta por el tiempo hace que unas existencias se puedan transformar evolutiva y adaptativamente más rápido o más lento que otras. Sincronía dinámica que induce a que nada disponga de su propio tiempo sino del tiempo inducido por el tiempo según sean sus adaptaciones evolutivas. El tiempo induce a que todo lo que existe en el espacio-tiempo experimente el envejecimiento impuesto por el tiempo. Que no es el mismo tiempo medido por un reloj o por un calendario, esas son unas herramientas adecuadas inventadas para medir el tiempo, pero no sirven para medir el propio tiempo adaptativo-evolutivo del espacio-tiempo.
Velocidad, masa, constancia y pluralidad
El espacio-tiempo es como una jerarquía, es un orden compuesto de órdenes. Por ejemplo los órdenes vivientes, materiales o energéticos se dividen en otros órdenes (la vida se divide en muchos órdenes en forma de especies de animales, vegetales y otras especies; la materia se divide en diversos órdenes o tipos de materias distintos, etc.).
¿Pero cómo surgen los órdenes, las especies vivientes y las especies minerales en el espacio-tiempo?: Los órdenes no pueden surgir por sí solos desde lo más pequeño o simple ya que no se adaptarían por sí solos al tiempo. Todos los órdenes del espacio-tiempo forman este espacio, y han sido creados sincronizadamente como órdenes por este espacio.
De cada orden viviente, material, energético o sea de la clase que sea (llamase jerarquía, especie o género) ya sea formado por accidente, por adaptación a distintos habitas, por circunstancias o por lo que sea, surgen otras adaptaciones parecidas, algunas no tendrán éxito y se extinguirán o volverán a adaptarse a las adaptaciones originales. Las que tengan éxito formaran una nueva especie, un nuevo orden, y de estos nuevos órdenes podrán surgir de la misma forma otros órdenes, y así sucesivamente. Los órdenes originales, si no se extinguen, continuarán sus procesos evolutivos o adaptativos, lo mismo sucederá con las nuevas especies o géneros que han surgido de los originales. De esta manera todo se sincroniza con el tiempo en el espacio-tiempo en el que el tiempo es el que impone sus normas.
Nueva paradoja de Einstein: Adaptaciones
Y eso mismo sucede con todos los demás seres vivientes y con todo lo que existe en el espacio-tiempo. Es decir, que todo ha evolucionado, o está adaptado en el espacio-tiempo, a evolucionar evolucionando con la sincronización que le permite evolucionar el tiempo. Por eso un mosquito posee una velocidad y una masa adecuada a su evolución con esa sincronización del tiempo. Lo mismo le sucedería a cualquier otro ser vivo e incluso a cualquier existencia no viviente.
Todo en el espacio-tiempo está adaptado y se ha adaptado a evolucionar a su propia adaptación. Unas existencias han evolucionado más o menos, permitiendo con esto que existan diferentes tipos de evoluciones, pero todo ha evolucionado y evoluciona inducidos por la sincronización del tiempo, el cual sincroniza con gran orden dinámico.
Por mucho que se resistiese algo a la adaptación del tiempo, al final acabaría por adaptarse al tiempo.
Teoría
Todas las pruebas realizadas con todo tipo de relojes demuestran que viajar a velocidades elevadas se envejece menos. Por ejemplo, si a un especie viviente de elefantes se les adapta a todos a vivir durante muchas generaciones a una velocidad en sus movimientos, por ejemplo diez veces superior, los elefantes que nacieran de esa adaptación vivirían más años. Eso pasaría con todas las especies vivientes. Las adaptaciones vivientes es una lucha contra el tiempo, es como un libre albedrío. Solo se pueden adaptar por cuenta propia a nuevas adaptaciones los seres vivos, las existencias no vivientes no se pueden adaptar por cuenta propia. Existe un límite adaptativo en todas las especies vivientes, ese límite está impuesto por las escalas jerárquicas que ocupan las especies vivientes en la jerarquía viviente.Esas pruebas científicas se han realizado a una velocidad mayor que la velocidad expansiva. Ya que tratar de viajar más lento que la adaptación dinámica universal expansiva es resistirse a dejar la adaptación dinámica expansiva donde se viaja, es tratar de dejar de existir.
No por viajar a la velocidad de la luz los tripulantes de esa nave espacial experimentarán menos vivencias que nosotros. Ya que el tiempo se adaptaría a esa velocidad más rápida, con lo cual la vida física y psíquica se adaptaría al tiempo de esa velocidad más elevada.
Si a cualquier ser vivo, sea una persona u otro ser no humano, se le separase de su adaptación viviente normal, adaptándolo a otra adaptación distinta, ya sea mediante un largo viaje a la velocidad de la luz o mediante transformaciones a tamaños inferiores o mayores, no podrían volver a recuperar la misma edad normal que tenían anteriormente. Ya que el tiempo que han perdido es irrecuperable.
Después de ese viaje espacial por el espacio a la velocidad de la luz durante un año, los tripulantes de esa nave espacial sí que podrían volver y poder vivir en la antigua adaptación terrestre que tenían antes de viajar, pero volverían como seres vivientes que han evolucionado o envejecido menos. Porque tanto física como de manera psíquica, ese tiempo viajado no es perdido, es empleado en otra vivencia con otro movimiento-tiempo distinto.
Autor: Salvador Sánchez Melgar
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