¿Qué es el espíritu?
El autor mirando la calle.
La mayoría de las religiones han explicado lo que es el espíritu, o alma. Atribuyen que el alma pertenece a lo divino, en éste artículo voy a tratar de demostrar que no es así y a demostrar lo que es verdaderamente el alma, que también se puede llamar espíritu.
Para explicarlo voy a empezar desde el principio: Todo en el Cosmos es movimiento, dicho por importantes científicos, y es una absoluta verdad.
Pero solo en el espacio-tiempo todo es movimiento, tiempo, evolución y existencia a la misma vez, porque en este espacio absolutamente todo se mueve sincronizadamente como formación transformativa de existencias atractivas. Ese orden transformativo se llama tiempo y sus transformaciones se llaman evolución.
Esto es así, porque grandes acumulaciones de existencias repulsivas expansivas universales de la expansión universal, se concentran en puntos determinados por la expansión universal originándose así las estrellas. Las cuales poseen el poder energético de transformar sus existencias repulsivas en existencias atractivas, formándose así sus correspondientes sistemas planetarios. Con las uniones de las estrellas nacidas en puntos determinados por el orden universal, se forma un gran espacio-tiempo de existencias atractivas. Las cuales, al estar inducidas a moverse expansivamente con gran sincronía dinámica por el orden expansivo universal forman un enorme espacio de existencias atractivas que se mueven sincronizadamente, permitiéndose así que exista un orden dinámico llamado tiempo. Que a su vez permite que las formaciones de existencias atractivas se transformen constantemente, al ritmo expansivo, en transformaciones, o llámense evoluciones.
En el espacio-tiempo el movimiento sincronizado inducido por la expansión universal induce a que las atracciones de las existencias atractivas produzcan las existencias compuestas, las cuales al ritmo expansivo se van transformando sin cesar, ese orden transformativo es el tiempo y esas transformaciones son la evolución.
Por lo tanto, en el espacio-tiempo el movimiento, la existencia, el tiempo y la evolución van unidos. Esa permanente unión sincronizada no impide que unas formaciones de existencias evolucionen más rápidas o más lentas que otras y que por eso sus tiempos les permitan transcurrir o envejecer dinámicamente más rápido o más lento.
Esa unión movimiento, existencia, tiempo y evolución es permanente en el espacio-tiempo mientras exista la expansión universal que es la que les induce esa gran sincronía dinámica universal. Al modificarse el tiempo en algo, lógicamente, ese algo tiene que modificar su evolución o transformación dinámica que es la transformación dinámica de un compuesto de existencias atractivas. Las mismas modificaciones sincronizadas se producen al modificarse la evolución o la transformación dinámica de las existencias de cualquier otra cosa, ya que como he dicho antes dinamismo, existencia, tiempo y evolución son inseparables pero solo en el espacio-tiempo.
Todo en el espacio-tiempo está dinámicamente muy sincronizado, sin esa sincronización dinámica, o sea sin ese transcurrir dinámico de las existencias no se podría producir el orden dinámico llamado tiempo; no se producirían las transformaciones de las existencias compuestas en formaciones compuestas ordenadas evolutivamente, no se produciría el orden dinámico evolutivo.
Hay que tener en cuenta que como en este espacio-tiempo todas las existencias están transformadas en existencias atractivas, éstas no pueden existir individualmente como existencias atractivas dinámicamente más pequeñas posible, ya que las atracciones de las existencias las obligan a unirse entre sí y formar sincronizadamente las formaciones de existencias que les pertenezcan.
El desgaste dinámico de por ejemplo una materia dura también es una transformación evolutiva. Todo lo que existe en el espacio-tiempo se adapta a sus correspondientes transformaciones, las cuales se producen según sean las necesidades transformativas. El libre albedrío de una persona es una lucha particular contra la adaptación transformativa, esa lucha induce a que en esa persona se produzcan nuevas transformaciones adaptativas. Son procesos transformativos lentos que se heredan de generación en generación, pero son fructíferos, como muestra está los evolucionados que estamos los humanos con respecto a formaciones sin libre albedrío.
El Universo surgió de la nada
Orden, que en el espacio-tiempo es un orden evolutivo en el que todo lo que aquí evoluciona conlleva una información evolutiva transformativa para poder continuar evolucionando en otras evoluciones más evolutivas. Ya sea evolucionar hacia un desgaste evolutivo, o evolucionar hacia una transformación más evolutiva, como por ejemplo la evolución inteligente humana.El Universo surgió de la nada como la existencia más pequeña posible ya que todo lo que surge donde no hay nada solo puede surgir de la forma más pequeña posible. Existencia que surgió sin el tiempo ni las dimensiones porque ahí no existía el tiempo ni las dimensiones, surgiendo con el menor dinamismo posible ya que surgió de la nada. Es decir, el Universo surgió como la existencia dinámica más insignificante posible con su correspondiente tiempo más corto posible. Tuvo que surgir así de la nada, ya que no podía surgir de otra existencia puesto que surgió como la primera existencia, y al surgir como la existencia más pequeña posible no podía surgir de otra existencia inferior.
Para que el Cosmos pudiera crecer, ya sea expansivamente o de otra forma, tenía que crecer gracias a nacimientos constantes de pequeñas existencias dinámicas más pequeñas posibles. Puesto que lógicamente el Universo tuvo que crecer para ser como es, y sólo se puede crecer gracias a los nacimientos constantes de dichas existencias dinámicamente más pequeñas posible.
Los nacimientos de existencia únicamente pueden producir como existencias más pequeñas posibles. Por eso, son semejantes entre sí. Y como existencias dinámicas semejantes entre sí que son, se diferencian en que cada una ocupa su lugar dinámico propio que no puede ser ocupado por otra existencia. Con lo cual, cada una de estas existencias adquieren su propia identidad propia.
Información evolutiva
Todo es un orden y todo existe conforme a ese orden universal.
La información evolutiva de cada una de las formaciones evolutivas de las existencias atractivas son el alma que posee cada una de esas formaciones evolutivas. Existen dos clases de almas, las que no pertenecen a las vidas, que son las que no evolucionan como inteligencia y las almas vivientes que evolucionan como inteligencia, eso obliga por el bien de la evolución viviente, a que solo exista una especie viviente que evolucione sin fin. Solo las almas vivientes, a través de sus cúmulos de información, trasmiten la información de una vida fallecida a otra que va a nacer. De esta manera, la evolución viviente terrestre permitirá que el ser humano evolucione cada vez más, y eso es un beneficio para el orden viviente puesto que los seres vivos no humanos más evolucionados podrán evolucionar en humanos cuando sus evoluciones particulares se lo permitan. Y cada vida de la jerarquía viviente también podrá evolucionar hacia un puesto jerárquico viviente superior.
Lógicamente, una piedra o cualquier cosa no viviente no evoluciona como inteligencia, sino al contrario sufre un desgaste evolutivo hasta su desgaste total. Las almas de esas existencias no vivientes son cúmulos de información no evolutivas. Solamente las vidas poseen almas evolutivas, las vidas terrestres no humanas poseen almas evolutivas adaptativas, almas que tendrán la posibilidad de transformarse en almas humanas dependiendo de sus evoluciones. Las almas vivientes terrestres forman la jerarquía evolutiva de almas vivientes terrestres en la que el ser humano ocupa la escala jerárquica evolutiva más elevada de esa jerarquía.
La evolución de las almas de la jerarquía viviente es una evolución inteligente, que a través de la información obtenida por las almas de cada vida controlan la evolución viviente. Almas que como cúmulos evolutivos de información que son, obligan a que cada vida ocupe el puesto jerárquico evolutivo que les pertenece; y a que según las necesidades evolutivas de cada vida, les haga volver a reencarnarse en las vidas que les haga falta vivir.
La jerarquía viviente no surgió como jerarquía de la noche a la mañana, tuvo que existir un largo proceso evolutivo. El largo proceso evolutivo induciría a que en ciertos adecuados lugares germinase microscópicamente la vida en la materia blanda. Eso era inevitable que sucediese en un mundo jerárquico tendente a la evolución jerárquica sin fin. De esos principios vivientes microscópicos, evolutivamente surgiría una jerarquía microscópica viviente en la materia blanda.
La jerarquía de almas de las vidas terrestres, tiene que estar enlazada con la jerarquía de almas universal, ya que todo el universo es un inseparable orden. Al principio, esa recién creada jerarquía microscópica viviente no sería todavía una jerarquía viviente, evolutivamente estaría inducida a evolucionar mediante las informaciones de las evoluciones vivientes. Manteniéndose, a través de la información, cada vida terrestre unida como alma a la jerarquía de almas vivientes terrestres, y también a la jerarquía de almas universal. ya que la jerarquía universal de almas no permite una separación jerárquica de almas vivientes en un Universo unido expansivamente.
Poco a poco, evolutivamente, las individualidades microscópicas energéticas vivientes adquirieron más poder de decisión, poco a poco evolutivamente desarrollaron un cada vez más evolutivo psiquismo. De ahí surgieron los yos psíquicos individuales de cada vida, cada vez más evolucionados.
El orden universal, o la jerarquía universal, se ha transformado a través de la jerarquía viviente, en una jerarquía cada vez más evolutiva. Que a través de las individualidades vivientes ha posibilitado que las jerarquías psíquicas evolucionasen en inteligencias cada vez más evolutivas.
Existen los seres espirituales vivientes que son los seres vivientes más evolutivos. Gracias a la jerarquía de almas los seres vivos somos eternos, porque al tener cada ser vivo su propia alma, a través de éstas y de sus evoluciones se puede reencarnar de una vida a otra, ya sea de éste planeta o de otro planeta universal que disponga de vida. Y eso nos hace ser eterno, ya que nada puede dejar de pertenecer a una jerarquía en un universo en el que todo es un orden. Incluso la materia, como existencia que es, no muere nunca, se transforma o evoluciona en otro tipo de existencia, gracias a que todo es un orden universal.
Las vidas, jerárquicamente, se encarnan en vidas sucesivas a través del alma, y así se hacen eternas, porque era de la única manera de poder existir siempre como vida, ya que era una imposibilidad vivir eternamente en un mismo cuerpo cada vez más viejo e inservible. De esta manera existe una jerarquía viviente universal, en el que a través de la jerarquía de las almas vivientes universales, cada vida puede volver a nacer en el mismo lugar o en un lugar planetario diferente al de donde vivió, porque gracias a que todo es jerarquía y a la gran evolución de las almas existe una justicia universal que cada vida debe cumplir, en el que el mal con el mal se paga y el bien con el bien se paga. Y no es una tontería, pues ni el mal ni el bien existen porque sí, todo pertenece a un orden universal.
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Autor: Salvador Sánchez Melgar
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