El bien con el bien y el mal con el mal se pagan
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Meditación. Fuente Pixabay |
No hace falta que exista Dios, el Dios es la propia matemática universal que es lo mejor, es lo más justo que existe.
La matemática universal está en todo, desde lo más pequeño posible hasta lo más grande posible, ya que todo es matemáticas y todo se hizo como matemáticas. Y se hizo así porque el Universo se expande sin fin de una manera muy uniforme en una misma dirección expansiva y al mismo ritmo lo cual hizo que el Universo fuese un permanente orden dinámico y un orden es unas matemáticas. Y eso es posible porque el Universo se originó de la nada y se origina continuamente de la nada naciendo sin cesar infinidades de existencias semejantes entre sí, pero independientes unas de otras, naciendo como existencias dinámicas más pequeñas posibles. Y esa forma de nacer es nacer con una gran sincronía dinámica.Gracias a esa permanente y sincronizada expansión universal todo pudo ser matemáticas. Unas matemáticas de solo sumas de existencias ya que en el Universo no existe una persona que multiplique, divida o haga cualquier otra operación matemática. Y las sumas del Universo la matemática universal las puede hacer de manera fácil ya que las existencias se mezclan entre sí debido al permanente y sincronizado movimiento expansivo, mezclas que son sumas, empezando por las existencias dinámicas más pequeñas posibles.
Siempre que las existencias se mezclen con orden podrá existir una matemática de solo sumas, estas matemáticas son más que suficientes para crear unas buenas matemáticas siempre y cuando el movimiento expansivo las conduzca de una manera permanente con una gran sincronía dinámica y eso se produce sobre todo en las existencias dinámicas más pequeñas posibles.
Al ser el Universo unas matemáticas todo tiene que crearse de manera matemática. Y al no cesar de producirse esas matemáticas no tiene más remedio que producirse sin cesar lo máximo posible y lo mejor posible, eso es evolución. Evolución universal es producirse matemáticamente sin cesar, de la mejor manera posible y lo mejor posible. Por eso la matemática universal como no cesa de crear existencia de manera matemática, está obligada a que todo evolucione lo mejor posible y lo máximo posible y eso significa evolucionar hacia la máxima y mejor inteligencia posible.
Todo evoluciona hacia la máxima y mejor inteligencia posible ya que eso es evolucionar como matemáticas. Por eso se ha originado el orden viviente ya que es el único medio posible al que se llega al evolucionar sin cesar lo máximo posible y lo mejor posible. Con el orden viviente se puede evolucionar sin fin gracias a que es una jerarquía (o llámese orden o matemáticas) en la que en nuestro planeta existe una especie viviente como la humana que encabeza esa evolución. Pero para poder llegar a crearse una evolución viviente, mucho antes la matemática universal tuvo que crear otros órdenes universales que posibilitaron que existiese el orden viviente y que pudiese subsistir y evolucionar sin fin. La matemática universal de manera evolutiva posibilitó que existiesen las estrellas y los lugares planetarios para que la vida pudiese surgir, entre otros medios evolutivos basados también en la información.
Gracias a que todo es matemáticas la matemática universal posibilitó que surgiese una jerarquía de existencias hechas de información con la posibilidad de que evolucionarán como cúmulos de información. De esta manera se originó en lo más pequeño posible especies de almas formadas de cúmulos de información y eran almas porque no cesaban de evolucionar ya que todo en la matemática universal tiene que evolucionar sin cesar lo mejor posible y lo máximo posible. Dentro de esas jerarquías de almas unas evolucionarían más que otras, lógicamente las más evolucionadas eran las destinadas a evolucionar como orden viviente. No es raro que en unas matemáticas universales puedan surgir de lo más pequeño posible cúmulos de información, que son una especie de almas capaces todas juntas de formar la base de todo lo existente.
Al existir unas matemáticas que están en todo y lo crea todo lógicamente existirá una justicia matemática, o sea una matemática pura que evolutivamente pueda organizarlo todo con justicia matemática. Unas matemáticas en la que tanto el bien como el mal existan pues forman parte de las matemáticas, ya que sin el bien ni el mal no se podría evolucionar como vida y evolucionar como vida es poder continuar evolucionando como matemática. El bien podría representar las materias más perfectas y el mal las más imperfectas.
Dando como cierto el que todo en el Universo sea matemáticas sería lógico pensar que en la vida y en sus almas también exista una evolución matemática, y que además evolucione con una justicia matemática entre el bien y el mal. Justicia que en los humanos se ha hecho más evolutiva puesto que somos la existencia más evolutiva, por tanto el bien y el mal forma parte de nuestros sentimientos y de nuestra inteligencia.
El bien y el mal y sus infinidades de grados evolutivos forman matemáticamente parte de nuestras vidas, de nuestras inteligencias y de nuestras almas, y no es nada difícil para la matemática universal y su evolución matemática organizar con orden matemático unas evoluciones matemáticas que esté en todo porque todo forma parte de la misma matemática y evolución universal. Así que, lógicamente el que hace un mal o un bien tendrá como recompensa matemática ese bien o ese mal efectuado, no se recompensará al instante sino cuando la matemática universal matemáticamente lo tenga que recompensar. Y eso no es nada difícil para la matemática universal ya que todo es matemáticas y todo evoluciona como matemáticas.
La matemática universal no es un Dios es un producto matemático que ha adaptado a que todo evolucione conforme evoluciona su matemática y como todo está adaptado a ello todo tendrá su parte par y su parte impar, su lado positivo y su lado negativo y lógicamente de esas derivaciones han surgido otras como el mal y el bien y sus grados de bondades o de maldades. Todo posee sus grados, lo blanco y lo negro, lo grande y lo pequeño, lo estrecho y lo ancho, etc. La matemática universal no es un Dios pero se comporta como un Dios matemático en el que con su evolución matemática hace que exista una perfecta justicia matemática que es la mejor que existe ya que no existe otra y además es matemáticamente muy justa. Gracias a esa justicia matemática el mal con el mal se paga y el bien con el bien se paga de la única forma que se puede pagar matemáticamente.
Es la propia matemática la que nos juzgará con su propia matemática, porque repito la matemática universal es lo más justo que hay pues no existe nada más justo y perfecto que unas matemáticas bien realizadas. Y como todo es matemática y todo se realiza como matemáticas no puede ser que alguien realice un mal o un bien y no reciba una respuesta matemática justa. Todo matemáticamente se cumple aunque se tarde mucho tiempo en realizar pues el tiempo también pertenece a la matemática universal. Todo lo que pensamos y hacemos y todo lo que sucede en los demás es matemáticas, por tanto siempre recibiremos unas respuesta matemáticas aunque no nos lo parezca, puede que no nos dé tiempo a recibirla en una vida, pero la matemática universal no olvida, la recibiremos matemáticamente en otra vida porque todo matemáticamente se debe cumplir.
Autor: Salvador Sánchez Melgar
Licencia Creative Commons 4.0
Gracias a que todo es matemáticas la matemática universal posibilitó que surgiese una jerarquía de existencias hechas de información con la posibilidad de que evolucionarán como cúmulos de información. De esta manera se originó en lo más pequeño posible especies de almas formadas de cúmulos de información y eran almas porque no cesaban de evolucionar ya que todo en la matemática universal tiene que evolucionar sin cesar lo mejor posible y lo máximo posible. Dentro de esas jerarquías de almas unas evolucionarían más que otras, lógicamente las más evolucionadas eran las destinadas a evolucionar como orden viviente. No es raro que en unas matemáticas universales puedan surgir de lo más pequeño posible cúmulos de información, que son una especie de almas capaces todas juntas de formar la base de todo lo existente.
Al existir unas matemáticas que están en todo y lo crea todo lógicamente existirá una justicia matemática, o sea una matemática pura que evolutivamente pueda organizarlo todo con justicia matemática. Unas matemáticas en la que tanto el bien como el mal existan pues forman parte de las matemáticas, ya que sin el bien ni el mal no se podría evolucionar como vida y evolucionar como vida es poder continuar evolucionando como matemática. El bien podría representar las materias más perfectas y el mal las más imperfectas.
Dando como cierto el que todo en el Universo sea matemáticas sería lógico pensar que en la vida y en sus almas también exista una evolución matemática, y que además evolucione con una justicia matemática entre el bien y el mal. Justicia que en los humanos se ha hecho más evolutiva puesto que somos la existencia más evolutiva, por tanto el bien y el mal forma parte de nuestros sentimientos y de nuestra inteligencia.
El bien y el mal y sus infinidades de grados evolutivos forman matemáticamente parte de nuestras vidas, de nuestras inteligencias y de nuestras almas, y no es nada difícil para la matemática universal y su evolución matemática organizar con orden matemático unas evoluciones matemáticas que esté en todo porque todo forma parte de la misma matemática y evolución universal. Así que, lógicamente el que hace un mal o un bien tendrá como recompensa matemática ese bien o ese mal efectuado, no se recompensará al instante sino cuando la matemática universal matemáticamente lo tenga que recompensar. Y eso no es nada difícil para la matemática universal ya que todo es matemáticas y todo evoluciona como matemáticas.
La matemática universal no es un Dios es un producto matemático que ha adaptado a que todo evolucione conforme evoluciona su matemática y como todo está adaptado a ello todo tendrá su parte par y su parte impar, su lado positivo y su lado negativo y lógicamente de esas derivaciones han surgido otras como el mal y el bien y sus grados de bondades o de maldades. Todo posee sus grados, lo blanco y lo negro, lo grande y lo pequeño, lo estrecho y lo ancho, etc. La matemática universal no es un Dios pero se comporta como un Dios matemático en el que con su evolución matemática hace que exista una perfecta justicia matemática que es la mejor que existe ya que no existe otra y además es matemáticamente muy justa. Gracias a esa justicia matemática el mal con el mal se paga y el bien con el bien se paga de la única forma que se puede pagar matemáticamente.
Es la propia matemática la que nos juzgará con su propia matemática, porque repito la matemática universal es lo más justo que hay pues no existe nada más justo y perfecto que unas matemáticas bien realizadas. Y como todo es matemática y todo se realiza como matemáticas no puede ser que alguien realice un mal o un bien y no reciba una respuesta matemática justa. Todo matemáticamente se cumple aunque se tarde mucho tiempo en realizar pues el tiempo también pertenece a la matemática universal. Todo lo que pensamos y hacemos y todo lo que sucede en los demás es matemáticas, por tanto siempre recibiremos unas respuesta matemáticas aunque no nos lo parezca, puede que no nos dé tiempo a recibirla en una vida, pero la matemática universal no olvida, la recibiremos matemáticamente en otra vida porque todo matemáticamente se debe cumplir.
Autor: Salvador Sánchez Melgar
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