¿El yo qué es?
Definición del yo como identidad propia de todas las cosas
La respuesta filosófica que expongo a continuación sobre el yo también sirve para explicar qué es el tiempo y otros temas sobre el Universo, ya que para explicar que es el yo tengo que explicar cómo surgió el yo.
Tengan en cuenta que no solo me refiero al yo psíquico humano ni al de cualquier ser viviente, me refiero a la identidad propia de cada existencia. Ya sea como vida o como materia o ya sea como existencia compuesta o sin componer tal y como son las existencias dinámicas más pequeñas posibles y las existencias compuestas de estas existencias. Identidades propias a las que llamo “yo” porque cada existencia es única al igual que cada “yo”.
La expansión universal es una saturación de existencias dinámicas más pequeñas posibles que constantemente están naciendo de la nada. Cada una de estas existencias adquieren un yo, o llámese identidad propia, porque al nacer crean y ocupan un lugar propio que no puede ser ocupado por otra existencia.
Las existencias expansivas individualmente son yos repulsivos, son yos indivisibles, son yos intransformables aunque todas sean semejantes entre sí. Nacen de la nada como movimiento, nacen rotando sobre sí mismas y al nacer crean un lugar dinámico propio que permanecerá siempre así ya que no existen como tiempo.
Gracias a que en estas existencias no existe el tiempo ni la materia, con sus movimientos repulsivos propios inducen a nuevos nacimientos instantáneos y sin fin de más existencias. Eso hace que el Universo crezca cada vez más y sin fin y que sea cada vez más extenso, expansivo y repulsivo.
Esas existencias nacen de la nada sin cesar, nacen como las existencias más pequeñas posibles, nacen como movimiento con sus repulsiones propias. Al nacer crean sus lugares irreales repulsivos propios. Al mismo tiempo, cada una de esas existencias, se mantendrán existiendo eternamente proporcionándose sus propias identidades propias. Y de esos yos o identidades propias individuales derivan los yos o identidades propias de las existencias compuestas.
A medida que la expansión universal se expande multiplicándose sin fin de existencias dinámicas repulsivas más pequeñas posibles, que surgen sin cesar de la nada, en cada equis punto del espacio expansivo van acumulándose infinidades de dichas existencias, que como energías repulsivas que son generan cada vez mayor energía repulsiva universal, hasta llegar a crear sin fin en equis puntos universales enormes concentraciones de energías caloríficas en donde inevitablemente surgirán estrellas, las cuales de manera calorífica transformarán las existencias repulsivas de su entorno estelar en energías atractivas.
De esas atracciones de las energías atractivas creadas por las estrellas, grandes cantidades de existencias formarán enormes espacios-tiempos que permitirán las formaciones de las existencias compuestas que también adquirirán sus yos propios como existencias compuestas. Y aunque se compongan y se descompongan constantemente al mismo ritmo dinámico sincronizado inducido por la expansión universal, de cada una de esas infinidades de concentraciones de existencias repulsivas transformadas en existencias atractivas surgirán nuevos espacios-tiempos.
Las existencias compuestas siempre adquirirán sus yos, o identidades propias, aunque nunca sean las mismas existencias compuestas puesto que siempre se están transformando. Y aunque las existencias compuestas están compuestas de existencias individuales dinámicas más pequeñas posibles todo lo que existe en los espacios-tiempos son existencias compuestas ya que en estos espacios las existencias se atraen entre sí.
Las existencias compuestas no poseen presente, ni pasado ni futuro, solamente poseen presente las existencias dinámicas más pequeñas posibles porque estas siempre permanecen como son, indeformables ya que no son formaciones reales sino una especie de existencia en movimiento creada de la nada.
Todo posee su propio yo
Se pueden crear infinidades de copias de cada existencia, pero ninguna copia será la misma, ya que todo posee su propio yo. Cada existencia poseerá su propio yo, ya sea como existencia más pequeña posible o como existencia compuesta más grande posible, puesto que cada existencia, sea individual o compuesta, crea y ocupa su lugar propio que no puede ser ocupado por otra existencia.
Si una existencia desocupa un lugar, como todo se mueve constantemente sin pausa, esa misma existencia volverá a crear y ocupar otro lugar en cada nuevo sitio que se cree, que creará en cada mínimo instante posible que tarde en ocupar desocupar y volver a ocupar otro lugar, que será el lugar creado por ella misma. Y así, sucesiva y constantemente ocurrirá, porque el lugar que se crea no existe como lugar es la propia existencia la que existe como lugar cada vez que crea un lugar.
Todo, ya sea como pequeño o como grande posee un yo, el Universo entero es un yo al igual que la existencia más pequeña posible.
Cada acción producida por un ser viviente, por una energía, materia o por lo que sea es una acción única, es un yo. Cada parte de cada existencia por muy pequeña que sea posee su propio yo posee su propia huella digital. Por eso cada mínima parte corporal de una persona poseerá su propia huella digital. Por ejemplo, no existirán dos existencias, por muy pequeñas que sean, que sean exactamente iguales por muchas infinidades de existencias que existan. Podrán existir infinidades de copias exactamente iguales de algo pero no serán la misma cosa, cada cosa se distinguirá por poseer su propio yo al crear y ocupar cada una sus lugares propios, lugares que no podrán ser ocupados por otras existencias.
De mi libro "Inteligencia artificial, Universo, vida y alma"
Autor: Salvador Sánchez Melgar
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