Siete nuevas ideas sobre el movimiento





                                                    Todo se mueve. Fuente Pixabay


Este artículo es una nueva versión corregida con más ideas nuevas, sobre el artículo que publiqué en mi blog con el título: "Nuevas leyes sobre el movimiento". 

Hace unos días, leí un breve artículo que decía que Newton estableció las leyes del movimiento y que son tres. Entonces se me ocurrió que porque no podrían ser diez, a saber. Las 3 ya pronunciadas por Newton que más o menos serían así: La primera "la fuerza"; la segunda "la fuerza aplicada a un cuerpo es igual al producto de su masa y aceleración" y la tercera "para cada acción hay una reacción igual o opuesta". 

Las 7 leyes que expongo a continuación, leyes que no son realmente leyes sino ideas, pues para que sean leyes tendrían que estar probadas científicamente. Sin embargo, algunas de estas ideas, no van mal encaminadas. Bueno, ahí van estas 7 posibles leyes del movimiento, que serían: ley del tiempo, ley de la velocidad, ley de las duplicaciones, ley de las transformaciones (o evoluciones), ley del orden, ley del espacio dinámico y ley de la agrupación dinámica constante y sin fin.

1ª. Ley del tiempo: Todo movimiento es tiempo, ya que todo movimiento al nacer nace como tiempo y transcurre como tiempo. El tiempo es un orden dinámico, es una medida adherente al movimiento que mide el transcurrir dinámico ordenado de la existencia. El nacimiento de algo, sea lo que sea, inevitablemente posee un movimiento que le hace adquirir esa medida llamada tiempo, ya que todo lo que nace conlleva un transcurrir dinámico desde que nace hasta que deja de existir.

Según esta ley, todo tardará más o menos tiempo en moverse, en transcurrir y transformarse dinámicamente, según sea su dimensión; según sea su formación; según sea la fuerza que le impulsó a moverse; según sea la fuerza con la que se mueve; según sea la velocidad que se mueve y según sea la fuerza con que se resiste a moverse ya sea por su propio peso, atracción, repulsión o sujeción. Entonces según sea el movimiento de la existencia que se mueva, sea un movimiento más rápido o más lento; según sea la existencia que se mueva, más grande o más pequeña; según sea el material que componga esa existencia, más dinámico o menos dinámico, tardará en hacer envejecer más o menos a esa existencia. O sea, en una masa grande el tiempo transcurriría más lento que en una masa pequeña, y proporcionalmente, cuanto mayor dinamismo interno tenga una masa a menor velocidad se transformará; el tiempo en esa masa transcurrirá más lento.

2ª. Ley de la velocidad: Todo lo existente, dependiendo de su dimensión propia; de su dinamismo propio; de su formación propia; de la resistencia interna y externa propia; de la resistencia del espacio donde se encuentre y del espacio que tenga que recorrer se le podrá inducir una fuerza x, o un movimiento, que le inducirá una cierta velocidad, la cual adquirirá instantáneamente la calidad de tiempo. O sea que la velocidad es en realidad velocidad y tiempo juntos, pues nada puede adquirir una velocidad sin que adquiera a la vez un tiempo en su desplazamiento. Cualquier existencia quieta ya de por sí es velocidad-tiempo porque aunque una existencia esté quieta no es quietud absoluta, ya que cualquier existencia está formada por dinamismo con su correspondiente tiempo.

El desplazamiento expansivo de la existencia cuántica no es un desplazamiento sino un crecimiento expansivo basado en las incesantes duplicaciones cuánticas de las individualidades cuánticas que nacen continuamente 
(para mí la existencia cuántica es la existencia que contiene las existencias más pequeñas que existen). existencias que a medida que son creadas no se mueven de su sitio, adquiriendo el poder de duplicarse constantemente. Este hecho efectuado en toda la saturación universal de dichas existencias cuánticas, es lo que hace parecer que el universo se expande.

Todo nace mediante una acción y se mantiene con esa acción transformada en movimiento, o sea que todo necesita una acción o movimiento para poder existir. Con lo cual, todo lo que existe posee un movimiento interno propio que para adquirir velocidad externa propia necesitará recorrer un espacio en un tiempo. La velocidad puede ser mayor o menor según sea la fuerza iniciada; según sea la fuerza de resistencia a ese movimiento; según sea el espacio a recorrer y según sea el tiempo empleado. O sea que la velocidad está relacionada con la fuerza, con la acción o movimiento, con la resistencia, con el espacio y con el tiempo. Ya de por sí toda la saturación cuántica que satura de existencia al universo es acción o movimiento, es fuerza, es espacio y es tiempo.

3º. Ley de las duplicaciones: Toda individualidad cuántica como existencia más pequeña posible que es, al nacer cuánticamente, nace con las mismas formas o constituciones dinámicas que las demás esencias cuánticas. Pues no pueden existir infinidades de formas, esencias o modelos de movimientos cuánticos diferentes entre sí, ya que todas las individualidades cuánticas nacen semejantes entre sí; nacen como movimiento rotatorio puro; lo cual les otorga unas formas esféricas de ser y unas equivalencias dinámicas al nacer como acción o movimiento, como fuerza, como espacio y como tiempo. Todo lo que nace, aunque sea en forma de nacimiento virtual, por el hecho de nacer adquiere desde su nacimiento, su fecha o tiempo de nacimiento.

Lo único que les diferencian a las individualidades cuánticas entre sí, es que cada individualidad cuántica ocupa su lugar cuántico propio. Lugares que no pueden ser ocupados por otras individualidades cuánticas; porque esos lugares son lugares propios, creados como yos o identidades cuánticas propias. Y aunque no sean lugares reales sino lugares dinámicos que existen sólo como lugares dinámicos; que muy bien pueden adquirir sus identidades propias o yos, por adquirir lugares propios con identidades absolutamente propias; con lo cual inevitablemente todas las individualidades cuánticas son identidades propias o llámense yos cuánticos.

Algo en movimiento se puede mover mucho o poco, o en formas distintas; pero ese algo en movimiento no puede poseer diferentes  movimientos propios. Sólo existe un único tipo de movimiento el movimiento creado cuánticamente. Por consiguiente, sólo existe un origen dinámico cuántico, todos los demás movimientos se basan en duplicaciones o copias del mismo movimiento cuántico. Lo que cambia en los resultados de los movimientos, son las fuerzas y las trayectorias externas inducidas en esos movimientos, que obligan a que se muevan en más o menos forma dinámica. 

Todos los movimientos nacen como movimiento, y según como sean las fuerzas que les obliguen a moverse se moverán. 

4ª. Ley de las transformaciones o llámese ley de las evoluciones: Toda existencia nace como movimiento; pero a medida que va existiendo como movimiento, se va transformando o evolucionando sin dejar de ser movimiento. Lógicamente, ese cambio es una transformación, que también se podría llamar evolución.

5º. Ley del orden dinámico: Todos los movimientos de las individualidades cuánticas nacen cuánticamente semejantes entre sí. Ese orden crea un espacio cuántico ordenado que se corresponde con el orden dinámico universal.

6ª. Ley del espacio: Para que se constituya el espacio, las individualidades cuánticas tienen que multiplicarse sin cesar en cada vez más individualidades cuánticas semejantes entre sí; de esa manera se originará un orden dinámico espacial que creará la existencia ordenada.

Un espacio dinámico no se puede crear sin orden dinámico. ¿Cómo se podrían mover infinidades de partículas cuánticas en el universo, si no se moviesen dentro de sus propios movimientos? Los espacios donde se mueven esas partículas dinámicas cuánticas, deben ser espacios móviles propios. Si no fuese así, si esas partículas dinámicas cuánticas no siguiesen un orden que les obligase a moverse en sus propios movimientos, chocarían unas con otras, se descompondrían todas las partículas cuánticas entre sí; nuestro universo dinámico dejaría de ser un orden dinámico, dejaría de ser un universo, dejaría de existir, ya que sólo pueden existir los universos dinámicos ordenados.

El universo es un espacio dinámico perfectamente ordenado; porque sólo puede estar formado por partículas dinámicas cuánticas semejantes entre sí. El cosmos es un crecimiento expansivo, porque está formado por las infinidades de constantes duplicaciones cuánticas que se duplican continuamente sin cesar, crecimiento que obliga a que el universo se expanda sin fin. Esas constantes duplicaciones cuánticas permiten que el universo se sature permanentemente de duplicaciones cuánticas que permanentemente se duplicarán sin cesar. De esta manera el universo crece sin fin y su crecimiento adquiere un constante movimiento expansivo; movimiento expansivo que en realidad es un crecimiento expansivo. Como todas las identidades cuánticas están inducidas a duplicarse hacia una misma dirección universal, el crecimiento no se hace hacia lo ancho sino hacia la dirección expansiva.

Es como si la existencia fuese una gran balsa expansiva que no pudiese evitar flotar en la dirección que le impone un mar cuántico expansivo.  

7ª. Ley de la agrupación dinámica constante y sin fin: Una microscópica materia necesitaría estar compuesta de infinidades de individualidades dinámicas semejantes entre sí para así poder existir como microscópica materia. Todas las individualidades cuánticas del universo son dinámicas y juntas componen un universo dinámico como el nuestro en el que absolutamente todo es dinámico. 

Sin la unión a otros movimientos, un único movimiento no serviría para nada. Por consiguiente, el movimiento necesita multiplicarse constantemente con más movimientos para poder existir en el tiempo como movimiento; ya que todo se mueve dentro de un espacio de movimiento ordenado. Si no existiese una agrupación dinámica, o sea un orden dinámico universal, no podría producirse el tiempo, el espacio, la velocidad ni la evolución dinámica universal.

Unas matemáticas del movimiento podrían coincidir con la siguiente: Según sea la densidad dinámica que adquiera la materia, dicha composición podría poseer mayor o menor fuerza dinámica; mayor o menor velocidad dinámica; mayor o menor transformación dinámica; mayor o menor espacio dinámico; mayor o menor cantidad de dinamismo; mayor o menor tiempo dinámico y mayor o menor orden dinámico. Con lo cual el movimiento de cualquier simple existencia equivaldría básicamente a la fuerza dinámica, a la transformación dinámica, al espacio dinámico, a la agrupación dinámica, a la duplicación dinámica, a la velocidad dinámica, al tiempo dinámico y al orden dinámico.




Licencia Creative Commons 4.0 Autor: Salvador Sánchez Melgar


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