Einstein y el tiempo
Espacio tiempo. Fuente Pixabay
Continuación del artículo "Paradoja de Einstein"
Nada puede rejuvenecerse. Nada en el espacio-tiempo puede dejar de transcurrir dinámicamente como tiempo, ni nada puede transcurrir dinámicamente hacia atrás como tiempo.
Todo en el espacio-tiempo es evolución, adaptación, transformación o envejecimiento, porque este espacio está sincronizado dinámicamente como tiempo por el dinamismo expansivo de la expansión universal. Y eso le permite al espacio-tiempo funcionar con orden como tiempo.
Absolutamente todo en el espacio-tiempo, que es el espacio galáctico, se transforma o envejece a una velocidad sincronizada por el tiempo, que a su vez está sincronizada por la expansión universal. Pero dentro de esas sincronizaciones dinámicas del tiempo cada existencia del espacio-tiempo, sin poder detener ni dar marcha atrás a la sincronización impuesta por el tiempo, puede individualmente alterar la sincronización dinámica propia del tiempo, según como evolucione. Como todo en el espacio-tiempo está sujeto al orden impuesto por el tiempo, las existencias individuales del espacio-tiempo solo pueden alterar mínimamente su sincronización con el tiempo porque todas las existencias del espacio-tiempo están sujetas jerárquicamente a un orden jerárquico que impide que cada existencia evolucione por su cuenta. Esas mínimas alteraciones individuales contra el tiempo, que son los libres albedríos que dispone cada existencia, en el ser humano es mayor; por lo tanto, la alteración de la sincronía del tiempo propio, o sea la evolución, en el ser humano será mayor que en el resto de existencias del espacio-tiempo.
Existe una lucha contra esas sincronizaciones dinámicas del tiempo que permite que unas existencias evolucionen más que otras. Esa lucha contra el tiempo, permite que la humanidad evolucione más que otras evoluciones. El libre albedrío forma parte de esa lucha contra el tiempo. Sin embargo, esa lucha contra el tiempo no puede dejar de existir como tiempo, porque todo en el espacio-tiempo es tiempo.
Si algo en el espacio-tiempo puede transformarse o evolucionar como tiempo a un ritmo dinámico más rápido que el ritmo normal impuesto por el tiempo, es porque posee más libertad de acción. Todo en el espacio-tiempo se adapta jerárquicamente a su forma de evolucionar, adaptándose a su vez al tiempo de todo.
Cualquier individualidad energética, material o viviente puede evolucionar por su cuenta, permitiendo que también parte de esa evolución se transmita a la evolución de la jerarquía evolutiva a la que pertenece, y esta decidirá que puede o que no puede evolucionar en su jerarquía, porque depende de los dictámenes jerárquicos de la unión de jerarquías que existe en el espacio-tiempo, dependiendo a su vez del tiempo. Todo en el espacio-tiempo pertenece a una jerarquía dinámica evolutiva de jerarquías dinámicas evolutivas, en la que cada escala jerárquica de cada jerarquía evoluciona con su correspondiente adaptación al tiempo; pero dependiendo de su jerarquía y ésta dependiendo de la unión de jerarquías del espacio-tiempo que depende a su vez del tiempo..
En el espacio-tiempo no todo evoluciona por igual. La especie humana posee una mayor libertad de acción que el resto de vidas de la jerarquía viviente terrestre y que el resto de existencias que existen en nuestro sistema planetario. Ese libre albedrío humano, le permite al ser humano adaptarse menos a la sincronización normal del tiempo y así poder evolucionar más que las demás especies vivientes y que las demás existencias del sistema solar.
Todo en el espacio-tiempo está sincronizado como sincronización dinámica evolutiva llamado tiempo, y eso no permite que existan existencias que evolucionen sin depender de esa sincronización dinámica. Si algo evolucionase por su cuenta apartándose de esa sincronización dinámica llamada tiempo, ese algo tarde o temprano acabaría por mezclarse con la sincronización normal del tiempo, evolucionando como le pertenecería evolucionar, adaptando lo que ha evolucionado a la adaptación normal a la que pertenece.
Nacimientos de estrellas
A través de los nacimientos de estrellas se produjeron en éstas las transformaciones de existencias repulsivas en existencias atractivas, formándose al ritmo expansivo las uniones de existencias que a su vez formaban las existencias compuestas. Cuando cada estrella comenzó a crear su sistema planetario, se empezó a formar las existencias compuestas de estos sistemas planetarios, como todo ahí se formaba sincronizadamente por la sincronización expansiva se formó el tiempo como orden. Ese orden dinámico estelar llamado tiempo es el que posee cada estrella, constituyendo la unión de todas las estrellas un espacio-tiempo con el mismo orden.
Como no se puede vencer totalmente al tiempo porque todo en el espacio-tiempo es tiempo, las existencias atractivas a medida que se crean y se adaptan al orden del tiempo van transformándose evolutivamente.
Ante ese incesante nacimiento de estrellas, se engrandece cada vez más el espacio galáctico. Aunque todo no es crecimiento puesto que los sistemas planetarios se extinguen cuando les llega su hora. Supongo que el crecimiento galáctico llegó a un punto en que por cada nacimiento de una estrella, una de las estrellas más antiguas se extinguirá, y así sucesivamente. La prueba está en el descubrimiento de estrellas que se han extinguido. De esa manera el espacio galáctico se mantiene en ese punto siempre con el mismo tamaño. Eso obligó a que la expansión universal se frenara y se mantuviera con el mismo tamaño. Lo que demostraría que el universo llegó a un tamaño fijo en el que tanto crece como tanto deja de crecer.
A .medida que crecía el espacio-tiempo, se crearían infinidades de planetas ideales para la vida, eso inevitablemente permitió que en esos planetas surgiera la vida.
Todo en el espacio galáctico es una adaptación al tiempo que funciona por un igual en todo el espacio-tiempo. Cuando se extinga una estrella, al igual que le sucederá a todas las materias de ese sistema estelar le sucederá a todas las especies vivientes que se crearon en ese espacio estelar. Después de esa extinción solar todas las informaciones de cada existencia de ese sistema solar extinguido se adaptaran a existir como tiempo en el espacio-tiempo; o sea, como indestructible acumulación evolutiva de información, ya que la información no ocupa lugar y es una evolución formada como tiempo, información que es indestructible porque la información no ocupa lugar. Esas informaciones individuales de cada existencia son el alma de cada existencia, no es lo mismo un alma viviente que un alma de una existencia material, el alma viviente está más evolucionada. Todas las almas de todas las existencias del sistema solar que se extingue, no se extinguen, ya que son cúmulos evolutivos de información, se mantienen como información en el tiempo. Unas almas, según sus evoluciones, se trasladarán a otro planeta del sistema galáctico y otras podrán formar parte de la creación estelar de un nuevo sistema planetario. Como la información no ocupa lugar, no existen distancias ni nada que frene el destino evolutivo que le pertenezca a cada cúmulo de información evolutiva llamada alma. Siempre se trasladarán evolutivamente dentro del espacio tiempo galáctico, ya que son formaciones evolutivas formadas por el orden del tiempo.
La evolución humana es la existencia del sistema solar que más lucha contra la adaptación del tiempo sin poder conseguir separarse totalmente del tiempo, porque todo es tiempo en el espacio-tiempo. Esa lucha contra el tiempo es la que permite que la humanidad se inadapte constantemente al ritmo del tiempo pudiendo así evolucionar más que el resto de lo que existe en nuestro sistema planetario.
El tiempo no posee una velocidad propia porque la velocidad del tiempo es la inducida por la expansión universal. Realmente el tiempo no posee velocidad ni dinamismo propio, el tiempo sólo es el orden o matemática que posee la sincronización dinámica de la existencia en el espacio-tiempo.Cualquier existencia que existe en el universo sólo puede alterar su dinamismo a una velocidad más rápida que la de la velocidad expansiva. Ya que la velocidad expansiva que se mueve todo es inalterable, solo se puede individualmente moverse algo a mayor velocidad que la velocidad expansiva, la cual no percibimos ya que todo se mueve sincronizadamente de manera expansiva.
Como todo lo que existe en el espacio-tiempo está formado como tiempo, todo lo que sobrepase la velocidad expansiva se desincroniza parcialmente del tiempo, eso es transformarse o envejecer más lento. Viajar más lento que la expansión universal no se puede. Si la velocidad no es muy grande apenas se nota esa transformación o envejecimiento, pero si la velocidad es muy grande, como por ejemplo viajar a la velocidad de la luz, entonces esa transformación o envejecimiento lento será mayor, se notará más, esas transformaciones materiales serán proporcional a la velocidad conque se viaje.
En realidad esa transformación o envejecimiento lento, es adaptarse a una sincronización lenta del tiempo. Digo lo de adaptarse a una sincronización lenta del tiempo porque nada de lo que existe en el espacio tiempo puede desconectarse totalmente de la sincronización del tiempo.
Quizás, si algo pudiese viajar a la velocidad de la luz o a velocidades superiores podría vencer al tiempo. Pero no salir del espacio tiempo, ya que si ese algo saliese del espacio-tiempo se desintegraría como existencia compuesta en el espacio-tiempo, y pasaría a ser existencia repulsiva de la cual está formada toda la expansión universal. Puesto que la existencia no se puede destruir se transforma. Como nada puede viajar a la velocidad de la luz excepto la luz; o ese algo se desintegraría transformándose en existencias de luz o se transformaría en existencias añadiéndose a las existencias del espacio-tiempo. Puesto que dejar de existir no se puede, ya que dejar de existir es ser la nada y eso no puede ser porque la nada no existe.
Velocidad y masa de una vida
Con lo cual, a la proporcionalidad del transcurrir dinámico (más o menos rápido), a la masa y al tiempo hay que añadirle la constancia.
Toda transformación o evolución de algo depende de la constancia, de la velocidad de movimientos y de la masa. La constancia es tiempo y eso es fundamental en las transformaciones de las existencias.
La vida se transforma o envejece más rápido que la materia no viviente porque la vida no está adaptada a una adaptación tan lenta como la de la materia no viviente.
La vida también es una adaptación al igual que la materia no viviente, y al igual que todo lo del espacio tiempo-tiempo. Cuanto mayor sea esa inadaptación al tiempo, esa desincronización con el tiempo, más se evolucionará. Por eso la vida evoluciona más que otras existencias no vivientes, ya que las vidas son vidas porque están más inadaptadas o desincronizadas con el tiempo. Gracias a esa mayor inadaptación o desincronización de las vidas al tiempo las vidas poseen más libertad de acción.
Entre todos los seres vivientes terrestres el ser humano es el más inadaptado al tiempo, por eso es el que más evoluciona.
La libertad de acción es lo que le permite evolucionar más a la vida. Pero la vida no puede desincronizarse permanentemente del tiempo ya que todo en el espacio-tiempo está sincronizado como tiempo. Quizás, por ese libre albedrío mayor, la vida necesita descansar más. Y donde más puede una vida sincronizarse con el tiempo es durmiendo.
Autor: Salvador Sánchez Melgar
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