¿Está escrito el destino de la humanidad?

¿Está escrito el destino de la humanidad?: Fuente Pixabay

  

El tiempo solo se puede modificar individualmente

Está escrito el destino final de la humanidad, la plena felicidad eterna a través de la evolución inteligente sin fin.

Es más fácil acertar lo que le suceda a toda la humanidad que lo que le suceda a una pequeña comunidad de personas o a una sola persona. 

Esto es así, porque el tiempo en el que transcurre toda la humanidad es más lento en su conjunto que en cada individualidad, porque se depende del tiempo de cada individualidad. 

No porque el tiempo transcurra más lento en la totalidad de la humanidad, el tiempo es diferente al de una minoría. Todo el tiempo transcurre por un igual en todo lo que existe en el espacio-tiempo. Porque el tiempo es un orden dinámico, que empieza por lo básico, compuesto de las individualidades más mínimas posibles. 

El tiempo es como un río que baja hasta el mar, cada gota de agua de este río está unida ordenadamente como río. Cada gota de agua es una individualidad compuesta de muchas individualidades que componen la gota de agua, al igual que la totalidad del agua del río está compuesta por compuestos de gotas de agua, compuestos a su vez de compuestos de gotas de agua y así sucesivamente hasta llegar a la mínima esencia posible de una gota de agua. Todas estas individualidades mínimas juntas forman el orden básico del tiempo del río. Y aunque se separen gotas de ese río, el compuesto básico del río sigue existiendo como orden dinámico llamado tiempo, dependiendo del tiempo de todo lo que existe en su planeta, y éste del sistema planetario donde existe. Otros planetas de otros sistemas planetarios dependen del tiempo de su sistema planetario. 

Y aunque todo el espacio-tiempo funcione con el mismo tiempo, cada sistema planetario posee su propio tiempo enlazado al tiempo del espacio-tiempo. Al igual que cada gota de agua, funciona con su tiempo enlazado al tiempo general del río, y el río funciona con su tiempo enlazado al tiempo del planeta que existe como río, y este planeta dispone de su tiempo enlazado al tiempo de su sistema planetario. Eso es así, porque todo el espacio-tiempo es un orden dependiente del orden universal. 

El tiempo de una individualidad de agua del río no modificará la bajada del río, al igual que el tiempo de una individualidad humana no modificará el destino de la humanidad. Eso no significa que un gran invento de un genio modifique el futuro, hablo de individualidades como individualidades.

El tiempo es el orden compuesto de todas las individualidades. Eso significa que el tiempo es el orden dinámico de todas las individualidades más mínimas posibles que componen el espacio-tiempo, lo cual significa que todo en este espacio es un orden. 

Una individualidad o grupo de individualidades pueden separarse del orden del tiempo general, modificando sus propios movimientos particulares. Pero, hasta cierto punto, pues separarse del orden del tiempo de todo acabaría por descomponerse como tiempo separado, uniéndose nuevamente al orden del tiempo, como compuesto desordenado, que se ordena otra vez con el tiempo general de todo.

El tiempo es el orden dinámico de las transformaciones, o llámense evoluciones, enlazadas ordenadamente entre sí, de todo lo que sucede en el espacio-tiempo, aunque dentro de ese orden se puedan modificar las transformaciones individuales al modificar sus movimientos individuales.

La evolución inteligente sin fin es universal

Esa evolución sin fin llegará a un fin sin fin ya comprobado por muchas civilizaciones universales muy evolucionadas. El destino final es la felicidad eterna, a la que han llegado y llegarán los seres vivos universales más evolucionados; y a los que llegarán los seres menos evolucionados cuando lleguen al final de sus evoluciones. A todo eso llegaremos mediante las almas, y como en ese fin no existe el tiempo, ese fin será eterno.

Los seres vivos menos evolucionados inevitablemente necesitarán experimentar más vivencias tratando de evolucionar cada vez más. Es inevitable ese proceso evolutivo, porque todas las vidas necesitan experiencias evolutivas para ser cada vez más perfectas como vida-alma. 

Las experiencias vivientes también perfeccionarán evolutivamente a sus respectivas almas, aunque la perfección absoluta sea una imposibilidad. 

Y dentro de esas perfecciones existirán escalas evolutivas en las que habrá almas más perfeccionadas que otras, las más perfeccionadas serán las más justas. Pero no pensemos que entre las almas existen grados de mando como en el ejército, en la jerarquía de almas no manda ninguna alma. Solo manda cada una en sí misma. Manda la misión evolutiva que cada alma tiene que cumplir. 

El final evolutivo de las vidas sin necesidad de reencarnarse más será llegar a la plena felicidad. No se arrepentirán tras conseguir la tan deseada y necesaria felicidad eterna. En las almas no existe el dolor ni la infelicidad, utilizan la vida para conocer toda clase de dolores y infelicidades, y así conociendo eso serán más justas y amarán más, lo que las hará ser más felices.   

Autor: Salvador Sánchez Melgar

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