La evolución inteligente sin fin

La vida es así

La vida surgió en la Tierra en la materia blanda gracias a la inducción permanente inducida en todo el universo por el orden evolutivo universal.

La vida surgió así, microscópicamente como tenía que surgir; surgió como orden en un lugar adecuado para que la vida surgiese y que además pudiese evolucionar.

La tendencia universal es que todo debe de evolucionar o transformarse sin cesar porque el propio universo es una evolución, y es una evolución porque nunca deja de crecer y expandirse. Sólo había que ponerle al universo un lugar con las condiciones adecuadas, para que inevitablemente esa incesante evolución del orden universal continuase evolucionando como orden en forma de materia microscópica en la materia. Cuando surgió ese orden evolutivo en la materia adecuada de un lugar adecuado, surgió el origen viviente que todavía no tenía nada de viviente, pero ya disponía de esa tendencia jerárquica inducida en lo más microscópicamente pequeño. De ese origen jerárquico inducido en la materia, con el tiempo, surgiría jerárquica evolutivamente múltiples orígenes en forma de existencias memorísticas individuales, porque para poder evolucionar como materia en la materia se tendría que evolucionar como existencia individual sin separarse de la jerarquía u orden universal, ya que nada se puede separar del orden universal.

Dichas existencias individuales antes de ser existencias psíquicas desarrollaron la posibilidad de decidir, gracias a ello desarrollaron unas memorias para poder evolucionar como materia en la materia, desarrollaron así un psiquismo y a través de éste desarrollaron un cuerpo físico. O sea, desarrollaron individualmente un cuerpo unido a un psiquismo enlazado como alma con la jerarquía universal. De ahí, de cada individualidad psíquica, surgiría psíquicamente la vida. Lógicamente ninguna vida podría evolucionar independientemente porque la evolución viviente no tendría éxito, tendría que evolucionar jerárquicamente como unión viviente. Y para evolucionar como jerarquía viviente no sólo tendrían que estar enlazados físicamente sino también psíquicamente mediante enlaces psíquicos llamados almas.

Poco a poco la inevitable evolución jerárquica viviente evolucionaría hasta llegar a la evolución actual. Cada una de esas individualidades psíquicas cuando evolucionaron en yos psíquicos evolucionaron en vida y al mismo tiempo en alma, y a medida que evolucionaban como vida evolucionaban como yo psíquico y como alma.

Todo lo dicho es a nivel terrestre, pero a nivel universal, las almas habrán evolucionado mucho ya que seguramente existirán seres vivientes en otros planetas mucho más evolucionados que nosotros porque esos planetas son mucho más antiguos que el nuestro. Y como la vida, sea de la clase que sea es vida psíquica evolutiva, seguramente todas las vidas universales son muy parecidas unas a otras.

La información que se obtiene de cualquier sentido se transforma en información psíquica, y eso ha permitido evolucionar psíquica y físicamente a la vida desde su propio origen, por eso, aunque poseamos un cuerpo, la vida es totalmente psíquica. Es decir, la información de lo que vemos, psíquicamente la transformamos adecuadamente para que los colores, las formas, las distancias, etc. sean adecuadas a nuestra adaptación psíquica evolutiva. Lo mismo pasa con el resto de los sentidos, sobre lo que sentimos, lo que oímos, lo que olemos y lo que paladeamos. Eso quiere decir que nuestro ser físico ofrece constantemente información a nuestro psiquismo, y gracias a esa información la vida evoluciona psíquica y físicamente. De eso se trata, de que se evolucione sin fin psíquicamente valiéndonos de la adaptación física adecuada para esa evolución, y eso es una tendencia universal.

Todos los seres vivos tienen sentidos, los vegetales tienen el sentido sensitivo, por lo tanto tienen psiquismo, ya que gracias a esa información externa de los sentidos, los humanos, los animales y los vegetales se pueden adaptar psíquica y físicamente a nuevas formas de existir.

El porqué el resto de seres vivos no humanos no evolucionan psíquicamente nada más que lo necesario para sobrevivir y adaptarse a nuevas vivencias: porque la vida es una jerarquía viviente con la inevitable tendencia a evolucionar sin fin de acuerdo a esa jerarquía. Y sólo se puede evolucionar psíquicamente sin fin si se evoluciona como jerarquía viviente, en la que irremediablemente tienen que existir escalas vivientes en las cuales el ser humano está en la escala superior, y otras especies vivientes, como es el caso de los animales estarán en una escala menos evolutivas pero más evolutivas que las plantas.

Poniendo como ejemplo la vida en la Tierra, no necesariamente la vida debería surgir en un sólo lugar terrestre, ya que sí la Tierra disponía de las condiciones necesarias para que surgiese la vida, pudieron surgir en muchos lugares terrestres diferentes. Surgiesen donde surgiesen, todas las vidas surgirían como evolución psíquica unida a la jerarquía universal de lo más pequeño, con lo cual todas posen las mismas tendencias y tarde o temprano se unirían en una única jerarquía viviente. Al igual que las diferentes etnias que existen en la Tierra, por muchas que existiesen todas pertenecen a la misma humanidad.

Autor: Salvador Sánchez Melgar
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