¿Dios quién es?




La evolución inteligente sin fin



Teoría sobre quién es Dios 


Dios somos todos, Dios es la jerarquía de almas a la que pertenecemos todo lo vivo. Pero también Dios es todo lo que existe en el universo, porque todo el universo es un único y absoluto orden, o llámese jerarquía, y todo está sujeto a ese orden. Y aunque todo pueda evolucionar o transformarse como jerarquía, todas las jerarquías  están sujetas a una misma jerarquía universal.

De tal orden tal jerarquía, asentada básicamente en lo más pequeño. Esa jerarquía universal, hecha de lo más pequeño, tendente a la evolución sin fin no tuvo más remedio que originar jerarquías más evolutivas, como la viviente, originándolas en los lugares adecuados para ello. Esa jerarquía viviente, enlazada con la jerarquía universal,  surgió microscópicamente con la inevitable tendencia inducida de evolucionar sin fin, porque esa tendencia es universal. Gracias a la evolución psíquica viviente y a sus enlaces vivientes se posibilitó una cada vez más evolucionada jerarquía de almas, en la que cada yo psíquico de cada vida es un enlace psíquico evolutivo llamado alma.  

Esa evolución de la jerarquía de almas, no es sólo un producto de la jerarquía viviente terrestre,  es un producto de todas las jerarquías vivientes universales. Pertenecientes a una inevitable unión jerárquica ya que el universo es todo un único orden o jerarquía universal. Existirán en el universo civilizaciones vivientes muy antiguas, que habrán evolucionado muchísimo más que la jerarquía viviente terrestre; con lo cual la jerarquía de almas universal estará muy evolucionada. Ese es el verdadero Dios, la unión jerárquica universal de almas, una unión muy evolucionada y que por eso es muy sabia y muy justa, impartiendo ese orden y justicia en todo el universo. Jerarquía que no puede separase del universo ni gobernar para ella misma porque todo es la misma jerarquía aunque existan diferentes tipos de jerarquías universales. Nada ni nadie se puede separar de esa justicia, de ese orden, porque absolutamente todos somos esa justicia y ese orden. Todos los seres vivientes estamos enlazados con esas almas, porque como seres psíquicos que somos también somos almas, pero no ejerceremos de alma hasta que no morimos.

Mucha gente no cree en Dios porque piensan que si Dios existiera no permitiría las terribles cosas que suceden en el mundo. Al ser todo una evolución jerárquica, todo se comporta como una evolución jerárquica, y a todos, como vidas que somos, nos toca sufrir nuestro proceso evolutivo viviente en muchas vidas diferentes, porque sino no hubiéramos evolucionado en lo que somos, seriamos siempre materia. 
¿Que pasaría si todas las personas viviesen sólo para ellas mismas, que descuidasen de cuidar a sus hijos, que no se enamorasen nunca, etc.,? pues que el mundo terrestre no evolucionaría, y poco a poco se extinguiría la humanidad terrestre. Pero eso no es posible que suceda, porque la gran mayoría de gente aman a alguien: a sus padres, a sus hijos o a sus seres queridos. Sólo una pequeña minoría degeneran, no evolucionan, algunos porque son enfermos y otros porque se creen que con pensar sólo en ellos mismos serán felices. No se dan cuenta que esa felicidad terrestres es una cortísima felicidad de la largísima felicidad que se perderían en otras vidas a no evolucionar convenientemente.

Si no existiese la evolución viviente no existiría la jerarquía de almas. Ese Dios es la propia jerarquía universal de almas, que imparte justicia porque esa justicia es la tendencia al orden universal. Así que la maldad se paga con maldad y la bondad con bondad, ese es el orden, esa es la justicia universal. Y es así, no por justicia divina, sino porque como somos un enlace psíquico de la jerarquía psíquica universal, o llámese jerarquía de almas, estamos controlados psíquicamente a través de las almas. 
Y no estamos controlados psíquicamente porque existan vigilantes, como somos una jerarquía todo instantáneamente tiene que conllevar esa justicia, que es el propio orden y el que no se ajuste a él sufrirá sus consecuencias evolutivas, a la mejor no en esta vida, pero sí en otras vidas. 
Por ejemplo, supongamos que yo hiciese a conciencia una gran injusticia, equivalente a una gran maldad, eso sería atentar contra el sistema jerárquico universal, eso se detecta psíquicamente aunque no nos vea nadie, porque nuestro psiquismo está unido psíquicamente como enlace, o llámese alma, a la jerarquía de almas universales. Y cómo pago yo esa gran maldad que he cometido: psíquicamente nuestra conciencia registra las injusticias que hemos cometidos, y cuando yo muera, mi yo psíquico que es mi alma que pertenecerá a una jerarquía de almas ocupará la escala jerárquica que le pertenezca según haya actuado mi conciencia. O sea que seré yo mismo, mi propia conciencia, el que me haga ocupar el lugar jerárquico que me pertenezca ocupar aunque yo no quiera ocuparlo. Y así de esa manera, si he actuado en conciencia mal, ocuparé un lugar poco evolutivo, con lo cual la próxima vez que nazca como vida seguramente naceré en lugares apropiados a mi baja evolución. Lo más corriente de todas las vidas es que vuelvan a nacer en el mismo entorno familiar,  porque normalmente no suelen hacerse grandes maldades como puedan ser crímenes.

Así que si efectuamos en conciencia una gran maldad, efectuaremos una gran injusticia, que lo pagaremos no evolucionando, reencarnándonos en nuevas vidas poco evolutivas hasta que mediante los sufrimientos nos podamos perfeccionar evolutivamente; ya que en un mundo evolutivo nada involuciona, todo se mantiene o debe de evolucionar. 
Los seres que evolucionan más, por lógica, serán los más justos y el final de sus evoluciones será no reencarnarse más en otra vida y pertenecer a un mundo sabio, a una de las escalas evolutivas más evolutivas de almas que han evolucionado en seres espirituales, en el que cada ser espiritual existirá eternamente con plena felicidad.
Ser poco evolutivo es ser bestias, con perdón de las bestias.  Eso no significa que a veces nos comportemos de manera poco evolutiva por circunstancias de la vida. Eso es justificable evolutivamente, pues la evolución considera que vivir la vida no es sólo vivirla siendo un santo, pues la lucha por la supervivencia y por un mejor bienestar para nosotros y para nuestros seres queridos a veces nos hace cometer imprudencias. Lo que sí se paga, y mucho,  evolutivamente es la verdadera maldad gratuita, hecha a conciencia.    


Autor: Salvador Sánchez Melgar
http://www.evolucioninteligentesinfin.com
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